El ciclismo es un deporte en contacto directo con el aficionado. A las 2 de la tarde comienzan a aparcar los primeros autobuses de los equipos ciclistas en Distrito Telefónica. A las 5 arranca una crono con destino a Gran Vía. Un episodio previo a la coronación de Roglic, a la altura de Roberto Heras. Cuatro Vueltas a España en sus vitrinas. En ese lapso de tiempo, miles de aficionados (un gran número de niños con sus padres) se acercan a vivir el ciclismo. A estar en contacto con sus ídolos. Sin restricciones, sin entradas y con obsequios para los más afortunados.
Apenas pasan unos minutos de las 2 de la tarde. Un centenar de aficionados están presentes en el Distrito de Telefónica. Los operarios ultiman los últimos retoques a la zona de salida y otros se esmeran en el ágape para los invitados VIP. Los aficionados al ciclismo se arremolinan alrededor del autobús de Movistar. Juegan en casa. Poco a poco se unen otros equipos, alineados a lo largo de una extensa avenida que rodea a la sede de Telefónica. Aún reina la tranquilidad.
Pasarela entre autobuses, camiones y bicicletas
Ese ambiente comienza a coger temperatura alrededor de las cuatro de la tarde. Ya se reparten bolsas con regalos (bebidas, gorras…) de los patrocinadores de La Vuelta. Los aficionados comienzan a multiplicarse y los equipos ya están instalados. Autobuses, camiones de mecánicos y coches con las bicicletas en sus bacas. Todo preparado para que todos los aficionados desfilen viendo cómo calientan los corredores. Sin excepciones. A escasos centímetros. ¿En qué otro deporte puede verse esto?
Entonces, a la espera de ver a las estrellas de esta edición, los aficionados miran con detalle las bicicletas, hacen fotos; y los expertos intercambian opiniones acerca de unas monturas cuyos precios son prohibitivos. Estamos en el backstage de la Vuelta a España. Los aficionados se concentran en los alrededores del equipo Kern Phama (son el equipo revelación) y de las escuadras del Lidl-Trek, Decathlon, Red Bull Bora y Movistar que se alinean en cuestión de 300 metros. UAE, con hasta diez vehículos, y Visma Lease-a-Bike (un autobús futurista con televisión incluida) son los que más músculo motorizado exhiben para deleite de los seguidores.
El punto culmen llega hacia el final con la aparición estelar de Roglic, O’Connor y Enric Más, quién comparto aplausos con Valverde y ‘Chente’; aunque el más aclamado es Richard Caparaz. La colonia de ecuatorianos animan hasta la extenuación. Menos afluencia de gente tienen los equipos de Ineos y Alpecin, huérfano de su estrella Van der Poel, aunque luce el arcoirís en todos sus vehículos.
Contador, Valverde y García Pierna: fotos y autógrafos
‘Un bidón, un bidón’ gritan los aficionados más pequeños, ávidos de llevarse un recuerdo de su visita a sus ídolos. La mayoría lo consigue puesto que los auxiliares reparten obsequios, vaciando sus neveras, a medida que los corredores van participando en la carrera. Los más afortunados hasta se reparten varios kilos de fruta (en dos bolsas de Mercadona) que entregan los auxiliares del UAE (quienes también reparten cinco bolsas repletas de bidones) poco antes de recoger toda su infraestructura (de las más completas junto a la del Visma Lease-a-Bike) e irse a Madrid a cenar en equipo.
Y los más afortunados se llevan otros regalos/recuerdos más suculentos: una foto o un autógrafo de sus ídolos. Porque Alberto Contador (ganador de Tour, Giro y Vuelta) se hace fotos con todos aquellos aficionados que lo desean y firma autógrafos mientras camina hacia la salida. Y lo permiten sus conexiones televisivas con Eurosport.
Otro ídolo del ciclismo firma varios maillots de campeón del mundo. Hablamos de Alejandro Valverde. El otrora estrella del Movistar demuestra su cercanía de forma constante. Óscar Pereiro, un ganador del Tour de Francia, también comparte espacio entre una marea de aficionados. Y también atiende a los aficionados mientras realiza sus funciones de embajador de la Vuelta.
De los corredores en activo en esta Vuelta a España, y antes de sumergirse en el calentamiento, Marc Soler, Sepp Kuus y Mikel Landa se hacen fotos con los aficionados, como también la mayoría de los ciclistas del Kern Phama. Y algunos como Raúl García Pierna, en vísperas de irse a los Europeos y Mundiales de ciclismo, se desplaza en su bicicleta de gravel desde Tres Cantos a Distrito Telefónica para visitar a sus compañeros del Arkea. Y firma más autógrafos y se hace fotos con los aficionados. A las 8 de la noche, Distrito Telefónica vuelve a la tranquilidad de un domingo.